Los colectores centrífugos secos industriales son sistemas con capacidad para succionar un volumen de aire contaminado con partículas y filtrarlo. Separa los sólidos y descargar aire limpio al ambiente. Existen esencialmente dos modalidades: colectores de polvo en seco y colectores en húmedo,
Los colectores de polvo son un sistema de colección y control de contaminantes que consta de diferentes etapas.
- Captura.
- Transporte
- Filtración y disposición.
Estos tipos de colectores filtran el aire mediante una separación mecánica que se realiza a través de un medio filtrante. Su característica peculiar es su capacidad de operar de manera continua mediante un sistema de limpieza diseñado para remover las partículas retenidas por el medio filtrante, sin interrumpir el flujo continuo de aire de succión. Además, existen amplias variantes de colectores de polvos y colectores de humos industriales de filtrado en seco.
Variantes de colectores centrífugos secos
- Colectores de bolsas: Estos emplean bolsas flexibles en forma cilíndrica que se instalan mediante una canastilla metálica para evitar su colapso.
- Mangas o colectores de cartuchos: Pueden ser de una amplia variedad de medios filtrantes según sea la aplicación y pueden soportar temperaturas que van de 20 a 240 C.
La eficiencia de la recolección está influenciada por:
- Tamaño, peso y forma de partículas: Se optimiza el rendimiento a medida que el tamaño y el peso se hacen más grandes y la forma se vuelve más esférica.
- Tamaño y diseño del colector: La colección de polvo fino con un dispositivo mecánico requiere el diseño de un equipo para utilizar mejor las fuerzas mecánicas y adaptarse a aplicaciones específicas necesidades.
- Velocidad: La caída de presión a través de un colector ciclónico aumenta aproximadamente a medida de la velocidad de entrada.
- Concentración de polvo: Generalmente, la realización de un colector mecánico aumenta a medida que la concentración del polvo se vuelve más grande.