La cabina de granallado se utiliza para la preparación de las superficies previamente al pintado o simplemente para llevar a cabo tratamientos de limpieza/decapado en superficies en mal estado. Está preparada para la utilización de diferentes tipos de abrasivos.

Estas máquinas pueden variar desde dispositivos portátiles que se utilizan para quitar pavimentos de hormigón hasta unidades de grandes dimensiones que se utilizan para limpiar y quitar piezas de maquinaria industrial u otras piezas de trabajo.

Puede incluir el uso de partículas esféricas o angulares de acero o de acero inoxidable de acero inoxidable. Sean del tipo que sean, le permiten obtener la máxima productividad y rentabilidad de su granalladora.

Una granalladora propulsa un abrasivo contra la superficie de un producto metálico o de acero para quitar cualquier impureza.

Ventajas de la cabina de granallado

1. Desincrusta y limpia la superficie quitando la corrosión y cualquier residuo metálico.

2. Hace uniforme la superficie y proporciona un perfil de rugosidad conocido de la superficie que ayuda en la adhesión de pintura u otras aplicaciones.

3. Reduce la necesidad de mantenimiento al aumentar la longevidad de cualquier recubrimiento que pueda aplicarse después.

El material de granallado abrasivo se propulsa hacia la superficie metálica o de acero mediante una rueda centrífuga. Cuando la rueda gira, el material se dirige a la superficie a alta velocidad para preparar el producto para el acabado. Durante el proceso, los contaminantes de la superficie se recolectan en el sistema de recogida de polvo de la granalladora.

¿Para qué se utilizan las granalladoras?

Las granalladoras se utilizan en la aplicación directa de granalla abrasiva al material o la superficie que elija.

Esto puede consistir en la aplicación de granalla de acero para los trabajos de peening, que permiten reforzar los metales para un propósito concreto, así como para el desarenado y el decapado de piezas. No obstante, el granallado se utiliza más comúnmente como tratamiento previo en la preparación de superficies para capas nuevas de pintura o en la eliminación de imperfecciones. Esto permite la aplicación de un recubrimiento base sólido y consistente, que proporciona cobertura y un acabado de alta calidad.